Camino de Santiago

Inicio, originalmente cargada por JOCEFE.

Con esta foto comento una de las mejores experiencias de mi vida: hacer el Camino de Santiago. Bueno, una parte.

Es una experiencia completa.

Está la parte física, el superar tus límites, aguantar el dolor o las molestias que te produce caminar tantos días y tantos kilómetros. Pero también ayuda a no quejarse por nada, cuando ves a tu alrededor personas que están peor que uno y siguen adelante.

Segundo está la parte humana, individual y colectiva. De reflexionar cuando caminas, de aprender a vivir esos días con lo imprescindible, a dormir en el suelo y tener todos los días que hacer y recoger "tu casa".

También está la parte humana colectiva. Yo he tenido la suerte de compartir este camino con 51 personas más y la verdad creo que ha sido lo mejor. El ambiente era estupendo, de interesarse por el estado del otro, de compartir lo que tienes, de escuchar, de conocer a las otras personas, de esperar al que va más lento que yo, pero también sentí lo mismo de los otros peregrinos que me iba encontrando por el camino. Un ambiente de mucho respeto, de no molestar el descanso del otro, de respeto por las pertenencias del otro,... También en la parte humana hay que hablar de los gallegos, con su espíritu de hospitalidad y amabilidad.

Ahora entiendo a los que se enganchan al Camino. Es una experiencia que espero repetir más veces en mi vida.

¡Buen Camino!

Rastros de una vida

Rastros de una vida (II), originalmente cargada por JOCEFE.

Nunca hubiera deseado tener que hacer fotografías de este tipo y reconozco que las hice con todo el respeto hacia lo que en ellas refleja.

Lo sucedido en el pasado incendio que asoló la isla y se cebó con los municipios de mazo, El Paso y, especialmente, Fuencaliente me ha hecho reflexionar sobre lo efímero que es la vida. Hoy estás aquí y mañana estas allí.

Detrás de las casas calcinadas se van restos de una vida que son difíciles de recuperar: recuerdos, enseres con valor sentimental, animales atrapados,...

No podemos mirar al cielo para buscar culpables. Los culpables los tenemos que buscar aquí abajo. Primero, porque somos los humanos los que al contaminar este planeta estamos produciendo tales variaciones en el clima como los sufridos en días pasados y el insoportable calor.

Segundo, porque las autoridades en excesivo celo por el proteccionismo de los montes no hacen la necesaria labor de limpieza que antaño hacían nuestros abuelos y que impedía que sucedieran hechos como este.

Tercero, de confirmarse la teoría del inicio del incendio por el lanzamiento de fuegos artificiales en la noche del viernes 31 de julio, la irresponsabilidad en dicho acto tal y como estaban las condiciones climatológicas.

Cuarto, me hago eco de la impotencia de los vecinos cuando eran testigos de un incendio y sus labores de extinción sin poder hacer nada sobre todo cuando antaño se apagaban los incendios sin problemas y sin tanto medio aéreo ni terrestre.